Todos estamos de acuerdo en que piel solo hay una, muchos expertos dicen que la piel tiene memoria y no es para menos. Con el tiempo toda la exposición que ha tenido nuestra piel sale a la luz, manchas, arrugas, imperfecciones, rojeces…
No solo a nivel estético, tenemos que tener en cuenta que hay enfermedades silenciosas que son bastante peligrosas para la salud, se estima que en este año 2024 el porcentaje de melanomas subirá un 7,3 % en comparación con el resto de año. El melanoma es el cáncer más común en la última década, el número de nuevos casos de melanoma invasivo diagnosticados anualmente aumentó un 32 %. Se estima que 8,290 personas morirán de melanoma en 2024. De ellas, 5,430 serán hombres y 2,860 serán mujeres.
Es estrictamente necesario seguir unas pautas para tener un bronceado saludable de cara a ir a la playa o a la piscina:
Elige bien tu protector solar, no todo vale, es necesario hacer una buena inversión para proteger nuestra piel. Si bien el FPS es crucial, la elección del tipo de protector solar es igual de importante. Existen dos categorías principales:
Los protectores solares minerales:
Sus ingredientes son el dióxido de titanio y óxido de zinc.
El mecanismo de acción funciona creando una barrera física en la piel que refleja los rayos UV.
Son ideales para pieles sensibles, suelen ser menos irritantes que los químicos. Proporcionan una protección inmediata, por lo tanto no necesitan tiempo de activación para funcionar. Además, son seguros para el medio ambiente porque no dañan los arrecifes de coral.
Los protectores solares químicos:
Sus ingredientes son la xibenzona, avobenzona, octocrileno, etc.
El mecanismo de acción funciona absorbiéndolos rayos UV y los convierten en calor, liberándolos de la piel. Su textura ligera y fácil de aplicar: Se extienden con facilidad y no dejan residuo blanco. Son muy resistentes al agua, ideales para actividades acuáticas o sudoración intensa.
Otra de las pautas es la óptima aplicación de estos protectores solares, es imprescindible aplicarlo 15 o 20 minutos antes de la exposición al sol, también la renovación cada 45 minutos para evitar quemaduras indeseadas.
El uso de sombreros o sombrillas también es importante, estos evitan entre el 90 y el 99 % de los rayos UV así como la elección de unas gafas de sol de calidad para proteger los ojos, los colores de lentes más recomendados son el negro, marrón y el gris.
Recuerda que la piel de los más pequeños es especialmente vulnerable al sol, y los daños que reciban en la infancia pueden tener graves consecuencias en el futuro, como un mayor riesgo de cáncer de piel.
Durante el primer año de vida evita la exposición directa al sol. Si salen al aire libre, busca la sombra y utiliza ropa protectora como gorros y camisetas de manga larga. No apliques protector solar antes de los 6 meses, ya que su piel es muy sensible y podría irritarse.
A partir de los seis meses elige un protector solar específico para bebés, con un FPS alto y protección UVA y UVB. Aplícalo generosamente 30 minutos antes de la exposición solar y renuévalo con frecuencia, especialmente después de mojarse o sudar.
Además, los cambios hormonales del embarazo pueden hacer que la piel de la mujer se pigmente más, especialmente en la cara y el abdomen. También pueden aumentar de tamaño o cambiar de color los lunares, e incluso aparecer nuevos.